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La forma que verdaderamente es: Hechos pocos conocidos acerca de la datación radio-métrica

Los geólogos de las largas eras no aceptan una fecha radio-métrica a menos de que concuerde con sus expectaciones preexistentes

por Tas Walker (Traducción por Carlos Fray)

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Mucha gente cree que las dataciones radio-métricas han probado que la Tierra tiene millones de años de existencia. Eso es entendible, dada la imagen que rodea al método. Incluso la forma en que las fechas son reportadas (vgr. 200.4 &plusm; 3.2 millones de años) da la impresión de que el método es preciso y confiable.

Sin embargo, aunque podemos medir muchas cosas de una roca, no podemos medir directamente su edad. Por ejemplo, podemos medir su masa, su volumen, su color, los minerales que contiene, el tamaño y la forma en que están acomodados. Podemos desintegrar la roca y medir su composición química y los elementos radioactivos que contiene. Pero no tenemos un instrumento que mida directamente su edad.

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Antes de poder calcular la edad de una roca por la medición de su composición química, debemos presuponer qué elementos radioactivos estaban en la roca cuando se formó.1 Y luego, dependiendo de las presuposiciones que hagamos, podremos obtener cualquier fecha que queramos.

Es sorprendente saber que los mismos geólogos evolucionistas no aceptarán una fecha radio-métrica a menos que crean que es correcta—esto es, que concuerde con lo que ellos previamente creen en otras áreas. Una cosa es calcular una fecha, y otra es entender lo que significa.

Así que, ¿cómo saben los geólogos cómo interpretar sus fechas radio-métricas, y cuál debería ser la fecha correcta?

Correlaciones con los materiales adyacentes a la muestra

Un geólogo trabaja sobre la edad relativa de una roca mediante el estudio cuidadoso del lugar donde estaba la roca en el campo. Las correlaciones con el sitio del hallazgo, como son llamadas, son de primera importancia, y todas las fechas radio-métricas son evaluadas en relación a ellas.

Por ejemplo, un geólogo puede examinar un corte del terreno. Allí él puede ver que algunas rocas sedimentarias curvilíneas han sido cortadas verticalmente por una extensión de roca volcánica llamada dique. Es claro que la roca sedimentaria fue depositada antes de que el dique fuera comprimido en el lugar.

Figura 1
Figura 1
Figura 2 Sección Transversal
Figura 2 Sección Transversal

Viendo otras formaciones en el área, el geólogo es capaz de dibujar un mapa geológico que tenga registrado como están relacionadas las rocas entre sí. Por el mapeo de las correlaciones del área, se vuelve sencillo elaborar una sección geológica transversal, y la cronología relativa de los eventos geológicos.

Claramente, las Rocas Sedimentarias A fueron depositadas y deformadas antes de que el Dique Volcánico se introdujera en ellas. Éstas se erosionaron, y la Rocas Sedimentarias B se depositaron.*

El geólogo pudo haber encontrado algunos fósiles en la Rocas Sedimentarias A y descubrió que son similares a fósiles encontrados en otras rocas de la región. Él asume por consiguiente que la Rocas Sedimentarias A tienen la misma edad que las otras rocas en la región que han sido datadas por otros geólogos. De la misma manera, identificando los fósiles, él pudo haber relacionado las Rocas Sedimentarias B con otras rocas.

Los creacionistas generalmente estamos de acuerdo con los métodos anteriores y los usamos en nuestros trabajos geológicos.

El problema es que de sus suposiciones, nuestro geólogo evolucionista pudo haber descubierto que otros geólogos creen que las Rocas Sedimentaria A tienen 200 millones de años y que las Rocas Sedimentarias B tienen 30 millones de años. De este modo, él ya ‘sabe’ que el dique ígneo debe ser menor de 200 millones de años y mayor de 30 millones de años. (Los creacionistas no concordamos con esas edades de millones de años por las presuposiciones en que están basadas.2)

Debido a su interés en el dique volcánico, él colecta una muestra, teniendo cuidado de seleccionar roca que se vea fresca e inalterada. A su regreso, él envía su muestra al laboratorio para que sea datado, y después de unas cuantas semanas recibe el reporte de laboratorio.

Imaginemos que la fecha reportada por el laboratorio sea 150.7&plusm; 2.8millones de años. Nuestro geólogo estará muy feliz con ese resultado. Él podrá decir que la fecha representa el tiempo en el que la lava se solidificó. Tal interpretación ajusta muy bonito con el rango de lo que él creía que era la edad. De hecho, él estaría igual de feliz con cualquier fecha poco menor de 200 millones de años o un poco mayor de 30 millones de años. Todas habrían ajustado muy bien con su correlación del área de hallazgo que había observado, y sus interpretaciones. Las correlaciones del área son generalmente amplias, y un amplio rango de “fechas”, pueden ser interpretadas como el tiempo en que la lava solidificó.

¿Qué hubiera pensado nuestro geólogo si la fecha del laboratorio hubiera sido mayor de 200 millones de años, digamos 350.5 &plusm; 4.3 millones de años? ¿Concluiría que la datación de los fósiles estaba equivocada? Definitivamente no. ¿Pensaría que el método de datación radio-métrica es defectuoso? No. En vez de cuestionar el método, é1 diría que la fecha radio-métrica no registró el tiempo en que la roca solidificó. Él podrá sugerir que la roca tenía cristales (llamados xenocristales) que se formaron mucho antes de que la roca solidificara, y que esos cristales fueron los que dieron la edad más antigua.3 Él podrá sugerir que otro material muy antiguo había contaminado la lava mientras pasaba a través de la tierra. O sugerirá que el resultado fue debido a una característica de la lava—que el dique tenía una “edad” vieja inherente.

El error no es el verdadero error

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La forma convencional de reportar edades, como por ejemplo 200.4&plusm;3.2 millones de años, implica que la fecha calculada de 200.4 millones de años es aceptable a más menos 3.2 millones de años. En otras palabras, la edad deberá ser entre 197.2 millones de años, y 203.6 millones de años. Sin embargo, este error no es realmente el error del fechado. Este error se relaciona solamente a la exactitud del equipo de medición del laboratorio. Aún diferentes muestras de roca obtenidas de la misma área circundante nos darán resultados dispersos. Además, seguramente los resultados reportados ignoran la gran incertidumbre en las presuposiciones ‘consideradas’ para este cálculo de fechado. Estas incluyen la presuposición que la medida de decaimiento nunca ha cambiado. De hecho, la velocidad de decaimiento se ha incrementado en el laboratorio en un factor de miles de millones de veces.1 Físicos creacionistas han señalado varias líneas de evidencia donde las velocidades de decaimiento han sido mayores en el pasado, y han propuesto una pulsación de aceleramiento mayor durante la Semana de la Creación, y posiblemente menor durante el año del Diluvio.2

Referencias

  1. Woodmorappe, J., Billion-fold acceleration of radioactivity demonstrated in laboratory (Demostración en laboratorio de un incremento en la aceleración de la radioactividad de miles de millones de veces). Journal of Creation 15(2):4–6, 2001. Regresar al texto
  2. Vardiman, L., Snelling, A.A. and Chaffin, E.F., Radioisotopes and the age of the Earth (Radio-isótopos y la edad de la Tierra), Institute for Creation Research, El Cajon, California and Creation Research Society, St. Joseph, Missouri, USA, 2000. Regresar al texto

¿Qué habría pensado nuestro geólogo si la fecha del laboratorio hubiera sido menor de 30 millones de años, digamos 10.1 &plusm; 1.8millones de años? No hay problema. ¿Hubiera dudado del método de datación, del cronómetro? No. El diría nuevamente que la fecha no representa la edad en que la roca solidificó. El sugeriría que algunos de los componentes químicos de la roca han sido alterados por el agua de la tierra o el clima.4 O puede decidir que la roca fue afectada por un evento de calentamiento localizado—uno suficientemente fuerte como para distorsionar los químicos, pero no tanto para ser visible en el campo.

No importa lo que resultara con la fecha radio-métrica, nuestro geólogo siempre será capaz de ‘interpretarla’. Él simplemente tendría que cambiar las suposiciones acerca de la historia de la roca para explicar los resultados de manera plausible. G. Wasserburg, quien recibió el Premio 1986 Craford en Geociencias, dijo, ‘No hay malos cronómetros, ¡sólo malas interpretaciones de ellos!’5 De hecho, hay un rango muy grande de explicaciones estándar que los geólogos usan para ‘interpretar’ los resultados de la datación radio-métrica.

¿Por qué usarlo?

Alguien puede preguntar, ‘¿Por qué los geólogos siguen usando la datación radio-métrica? ¿Acaso no deberían haberla abandonado hace mucho tiempo por no ser tan confiable?’ Sólo porque los resultados calculados no son las verdaderas edades, no significa que el método sea completamente inútil. Las fechas calculadas están basadas en la composición isotópica de la roca. Y la composición es una característica de la lava fundida de la cuál se solidificó la roca. Por lo tanto, las rocas de la misma área que dan ‘fechas’ similares, son posiblemente formadas de la misma lava alrededor del mismo tiempo durante el Diluvio. Así que, aunque las suposiciones detrás de los cálculos son incorrectas, debe haber un patrón en los resultados que ayude a los geólogos a entender la relación entre rocas ígneas en una región.

Contrario a la impresión que se está dando, la datación radio-métrica no prueba que la Tierra tenga millones de años. La larga edad ha sido simplemente asumida.2 Las ‘edades’ calculadas radio-métricamente dependen de las suposiciones que se han hecho. Los resultados sólo son aceptados si concuerdan con lo que previamente se cree. El único método a prueba de tontos para determinar la edad de algo, está basado en reportes de testigos y reportes escritos. Contamos con ambos en la Biblia, y es por eso que los creacionistas usamos la evidencia histórica de la Biblia para comprobar las interpretaciones de la evidencia geológica.

Si la edad de las rocas no se ‘conociera’ de antemano, ¿se obtendrían resultados coherentes por datación radioactiva?

por Tas Walker

Recientemente, llevé a cabo una excursión geológica en el área de Townsville, North Queensland, Australia. Existe una guía geológica,1 preparada por dos geólogos de la oficinas de gobierno.

El apéndice de esta guía explica ‘el tiempo geológico, y la edad de las rocas’. Describe como los geólogos usan la ‘relación de campo’ para determinar las edades relativas de las rocas. También dice que las edades ‘actuales’ son medidas por datación radio-métrica, una técnica cara usada en laboratorios modernos. La guía describe un número de métodos radio-métricos y declara que, ‘para muestras adecuadas, los errores debidos a la datación radio-métrica usualmente resulta en un porcentaje de los resultados del fechado. Esto es…un resultado de 200 millones de años se espera ser bastante cercano (alrededor de, quizás, 4 millones) de la verdadera edad’.

Esto da la impresión que la datación radio-métrica es muy precisa y confiable, una impresión aceptada en general. No obstante, el apéndice concluye con está declaración: ‘También, las edades relativas (de los resultados del fechado radio-métrico) deben siempre ser consistentes con la evidencia geológica… si existe una contradicción, entonces la causa del error necesita ser establecida, o los resultados deben rechazarse’.

Esto es, exactamente, lo que nuestro artículo principal (‘La forma que verdaderamente es’) explica. La datación radio-métrica solamente es aceptada si ésta concuerda con la creencia o presuposición de lo que la ‘edad’ debería ser.

La geología de Townsville está dominada por un número de prominentes colinas y montes de granito. No obstante, estas están aisladas unas de otras, y al área le falta un estrato sedimentario suficiente. Por tanto, no podemos determinar una ‘relación de campo’ y, consecuentemente, determinar qué colinas son más antiguas, o más recientes. De hecho, el factor limitante en las edades es tal, que es muy grande el rango de posibilidades.

Nosotros esperamos que la datación radio-métrica, considerada tan ‘precisa’, resolvería esa situación proveyendo fechas exactas para esas colinas. Aparentemente, no es así.

Considerando la subestructura de roca volcánica en el área, dice la guía, ‘la fecha exacta permanece incierta’. En relación al Pico Frederick, un filón anular de reolita en el área, la guía dice:‘la edad de emplazamiento es incierta’. Y para la Colina del Castillo (Castle Hill), una elevación prominente en la ciudad de Townsville, la guía dice: ‘La edad del granito no está confirmada’.

No hay duda, el método de datación radio-métrica se ha llevado a cabo, y las edades ‘precisas’ se han obtenido. Pero, parece que no han sido aceptadas porque no tienen sentido.

Referencia

  1. Trezise, D.L. y Stephenson, P.J., Rocks and landscapes of the Townsville district (Rocas y paisajes del distrito de Townsville), Departamento de Recursos Industriales, Queensland, 1990. Regresar al texto

Referencias y notas

  1. En adición a otras suposiciones imposibles de probar, vgr. el rango de deterioro nunca ha cambiado. Regresar al texto
  2. Los geólogos evolucionistas creen que las rocas tiene millones de años porque ellos creen que se formaron muy lentamente. Ellos han trabajado su escala geológica del tiempo basados en esa asunción. Esta escala de tiempo ignora deliberadamente los efectos catastróficos del Diluvio Bíblico, el cuál depositó las rocas rápidamente. Regresar al texto
  3. Este argumento fue usado en contra del trabajo creacionista que exponía problemas con la datación radio-métrica. Las pruebas de laboratorio de roca formada de la erupción de 1980 del volcán St Helens dio ‘edades’ de millones de años. Los críticos dijeron que ‘viejos’ cristales contenidos en la roca contaminaron los resultados. Sin embargo, mediciones cuidadosas realizadas por el Dr Steve Austin mostraron que el criticismo estaba equivocado. Ver Swenson, K., Radio-dating in rubble, Creation 23(3):23–25, 2001. Regresar al texto
  4. Este argumento fue usado en contra del trabajo creacionista realizado en un pedazo de madera encontrado en arenisca cerca de Sydney, Australia, que se suponía tenía 230millones de años. Los críticos dijeron que los resultados del carbono-14 fueron ‘muy jóvenes’ porque la madera fue contaminada por el clima. Sin embargo, mediciones cuidadosas del isótopo carbono-13 refutaron tal criticismo. Ver Snelling, A.A., Dating Dilemma: fossil wood in ‘ancient’ sandstone (Dilema de datación: Madera fosilizada en arenisca ‘antigua’), Creation 21(3):39–41,1999. Regresar al texto
  5. Wasserburg, G.I., Isotopic abundances: inferences on solar system and planetary evolution (Abundancia isotópica: inferencias sobre el sistema solar y la evolución planetaria), Earth and Planetary Sciences Letters 86:129–73, 150, 1987. Regresar al texto