Trucos reales con animales hipotéticos

por Tas Walker

La zoología era una asignatura fascinante cuando la estudiaba en la universidad como estudiante adulto. Cada semana asistíamos a dos clases e íbamos a un laboratorio donde examinábamos toda clase de animales.

Un día la profesora introdujo animales pluricelulares como los corales, las medusas y los gusanos. La profesora explicó al repleto auditorio cómo los animales pluricelulares evolucionaron desde animales unicelulares como la ameba. Tú y yo somos seres pluricelulares, tal y como lo son los perros y los camarones.

Un animal unicelular no es simplemente un bulto de protoplasma. Es un organismo altamente complejo que es capaz de hacer todo lo que necesita para vivir y reproducirse – Todo como una única célula viva independiente¹. Se puede desplazar, encontrar su comida, comerla, digerirla y deshacerse de los desechos. Puede reproducirse a’sí mismo para convertirse en la siguiente generación. Que una única célula pueda conseguir todo esto es algo que está más allá del asombro .

De la misma forma, un animal pluricelular es capaz de sobrevivir y reproducirse. Pero un animal pluricelular, como el’término apropiadamente describe, está compuesto de diferentes clases de células, estando cada tipo especializado para realizar las diferentes funciones necesarias para el éxito del organismo.

Por ejemplo, en un animal pluricelular, algunas células pueden estar especializadas como células de la piel, otras como células nerviosas, otras para absorber comida, otras como las células sanguíneas para transportar nutrientes y oxígeno a las otras células, etcétera. A diferencia de los animales unicelulares, las células individuales en un animal pluricelular no pueden sobrevivir por’sí mismas. Si una se separara del organismo se destruiría.

Todos los tipos de células diferentes tienen que estar presentes, todas ordenadas de la manera adecuada, y todas trabajando de manera cooperativa para que el organismo sobreviva. Si algunas de las células dejasen de trabajar (las células sanguíneas, por ejemplo), el organismo entero moriría.

Por tanto la gran pregunta es: si todos los seres vivos evolucionaron por procesos naturales por una serie de pequeños pasos aleatorios, ¿cómo se originó el primer animal pluricelular viable? Hay que recordar que, de acuerdo a la teoría de la evolución, antes de que existieran los primeros animales pluricelulares, únicamente estaban presentes en la tierra los animales unicelulares.

Esto es lo que mi profesora de zoología explicó al abarrotado auditorio. Debía haber 300 estudiantes en la clase, todos ocupados copiando la información como si sus vidas dependieran de ello. Y en cierta manera así era, porque sus calificaciones dependían de lo bien que reprodujeran la información en el examen, y sus perspectivas de trabajo dependían de ello.

Por tanto, para obtener un animal pluricelular a partir de animales unicelulares, las células individuales necesitarían agruparse juntas. Quizás las diferentes clases de animales unicelulares existieron en esa época y se volvió ventajoso para las células asociarse para obtener algún beneficio mutuo.

Ilustración por Tim Newcombe

Pero únicamente agruparse juntas no es suficiente. Las células tendrían que especializarse, o sea, abandonar algunas de sus funciones, como por ejemplo la digestión, para concentrarse en otras funciones. Eso significa que perderían su habilidad para sobrevivir por’sí solas y que deberían confiar en las otras células que les proporcionarían las funciones que habían perdido.

Cuando uno piensa sobre los pasos que se necesitan y la intrincada coordinación que requieren, resulta totalmente inverosímil. ¿Cómo podría haber ocurrido por casualidades no guiadas? Nadie ha sido capaz de explicar esto. No hay una explicación detallada admisible acerca de cómo los primeros animales pluricelulares podrían haber surgido. Pero una vez que la fe (ciega) acepta que la evolución es cierta, entonces la transición del organismo unicelular al pluricelular definitivamente ocurre.

He descubierto que, con diferentes aspectos de la evolución, los profesores y los libros de texto describen este tipo de problemas con gran detalle. Pienso que esto tiene el efecto de desarmar a los estudiantes. Les da la impresión de que los científicos han resuelto el problema dado que lo describen en detalle.

Por lo tanto los estudiantes ni siquiera imaginan que podría haber dudas sobre la evolución. Pero ni los profesores ni los libros podrían realmente dar respuesta a estos problemas.

Y eso es lo que ocurrió esa mañana. La profesora, tras explicar los pasos que tendrían que haber tenido lugar y mencionar algunos de los problemas, mostró una diapositiva listando las características que los primeros animales pluricelulares podrían haber tenido. Estas características eran: 1.-pequeño, 2.-marino, 3.-una bola hueca. Los estudiantes copiaron afanosamente la información en sus apuntes. Los animales pluricelulares 4.-tenían un solo flagelo², 5.-no tenían boca, 6.-no tenían intestino. Apuntar, apuntar.

Fue aproximadamente en este punto cuando levanté la mano y dije: “Perdón…”

Los estudiantes normalmente no preguntan nada en estas largas e intimidantes reuniones.

“Sí”, la profesora miró hacia donde yo estaba.

“Perdón, pero estaba preguntándome, ¿qué evidencias existen acerca de este animal en particular que usted está describiendo? ¿Se han encontrado algunos ejemplos de estos animales en los océanos o se han encontrado fósiles de ellos?”

Ella dudó un momento y quitó la diapositiva de la pantalla.

“Bueno, no”, dijo. “No tenemos fósiles. Esto es un ejemplo hipotético. Esto es un animal que tiene que haber existido”.

Entonces puso la siguiente diapositiva en la pantalla, la miró y dijo: “¡Ejem!, este es hipotético también”.

Ella había mostrado el clásico diagrama del llamado arbol evolucionista que comienza con una única célula y diverge en todas las diferentes clases de seres vivos que viven hoy.

Mientras retiraba esa diapositiva de la pantalla dijo: “Mira, sólo porque esos animales sean hipotéticos no significa que la evolución no sea cierta. Vemos la evolución ocurrir todo el tiempo. La evolución es simplemente descendencia con modificación…”

Con estas afirmaciones ella abrió más cuestiones. Mezcló sus definiciones de evolución – eso es ofrecer un “cebo” y cambiarlo por otro³. Muchos estudiantes no habrían notado la diferencia, y yo ya había interrumpido la clase una vez. Así que la clase continuó.

A menudo me pregunto qué podría haber ocurrido si no hubiera hecho esa pregunta. Aquellos estudiantes habrían anotado los detalles, pero no habrían sabido que el animal no existía – que aquello era una una construcción hipotética que no estaba basada en ninguna evidencia en absoluto.

“Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables” (Romanos 1:20)